Los suplementos de calcio se asocian con mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular

| Publicado por | Categorías: Estudios científicos, Nutrición y dietética
El calcio es un metabolito esencial en el buen funcionamiento muscular y nervioso así como el componente mayoritario del esqueleto. Los suplementos de calcio son ampliamente empleados en adultos a partir de los 50 años para prevenir o paliar la osteoporosis. Sin embargo, en el mes de Febrero se han publicado dos estudios científicos en prestigiosas revistas internacionales que los relacionan con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.

Los suplementos de calcio han sido ampliamente recetados y promovidos por los médicos, principalmente entre la población de edad avanzada y, sobre todo en las mujeres menopáusicas, con la finalidad de paliar las pérdidas de masa ósea típicas de esta etapa de la vida, las cuales pueden conducir al estado patológico de osteoporosis. Hasta la fecha no se le había prestado demasiada atención a los posibles efectos que dichos suplementos pudieran tener sobre el resto del cuerpo (la parte no esquelética).

Lo que se conocía hasta el momento

El calcio, como tal, no existe en la naturaleza sino que se encuentra generalmente en forma de sales combinadas. Según MedLine (1), el servicio de información en salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., existen dos formas principales de suplementos de calcio en la dieta: el carbonato de calcio (que es el más barato) y el citrato de calcio. Este segundo es el más recetado aunque resulta más caro, ya que es de mejor absorción por lo que lo pueden tomar personas con problemas gástricos y en ayunas. También existe el fosfato de calcio pero su uso es menos común.

Los suplementos de calcio deben ser tomados siempre bajo supervisión médica. Suele recetarse al comienzo dosis de 500 mg al día durante una semana, la cual se va aumentando progresivamente. En general, se recomienda no tomar más de 500 mg en una misma toma y es necesario ingerirlo siempre con vitamina D, la cual, es necesaria para la absorción del calcio por el organismo. Generalmente los suplementos de calcio vienen reforzados con vitamina D por este motivo.

La cantidad total de calcio diaria necesaria para un adulto sano es la siguiente: 

  • Mujeres embarazadas o lactantes: 1.300 mg/día (18 años o menor) y 1.000 mg/día (más de 19).
  • De los 19 a 50 años: 1.000 mg/día.
  • De los 51 a 70 años: Hombres: 1.000 mg/día y Mujeres: 1.200 mg/día.
  • A partir de los 71 años: 1.200 mg/día.

Los efectos secundarios descritos hasta el momento se han relacionado con el sistema digestivo y eran tales como estreñimiento, hinchazón o aumento de las flatulencias. Para evitarlos se recomienda tomar más líquidos y consumir alimentos ricos en fibra mientras se toman suplementos de calcio.

A más largo plazo se conoce su relación con el desarrollo de cálculos renales ya que, al fin y al cabo, se está aumentando la ingestión de sales minerales más allá de lo que el organismo está acostumbrado en su metabolismo habitual. Sin embargo, recientes estudios parecen demostrar que, a más largo plazo, los suplementos de calcio podrían tener unos efectos secundarios mucho más peligrosos.

El estudio de los Institutos Nacionales de Salud americanos

Durante los años 1995-1996, los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses estudiaron a más de 388.000 individuos de ambos sexos entre los 50 y los 71 años de edad.  Este macroestudio sobre dieta y salud aún sigue dando resultados y uno de los más recientes acaba de ser publicado por el Dr. Qian Xiao y sus colaboradores en la revista de la Sociedad Americana de Medicina (2).

En esta investigación encontraron que el 51% de los varones y el 70% de las mujeres en este rango de edad, tomaban suplementos de calcio de más de 1gr al día. Lo interesante del estudio es que se siguió la salud de los participantes durante una media de 12 años. En este tiempo pudieron contabilizar 7.904 muertes por enfermedades cardiovasculares en hombres y 3.874 en mujeres.

Según sus cálculos estadísticos, sólo se relaciona la ingesta de suplementos de calcio con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en los varones, no siendo así en las mujeres. Los autores destacan también que no se ha encontrado dicha asociación en el caso de las personas que mostraban altos niveles de calcio provenientes de la dieta (sin suplementación).

En conclusión, sus resultados muestran que respecto a los que no toman suplemento alguno, los varones suplementados con calcio muestran un 1,20% más probabilidad de morir por enfermedad cardiaca. No se encontró sin embargo un aumento significativo del riesgo de muerte por problema cerebro-vascular.

El estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia)

Paralelamente al anterior trabajo, el profesor Karl Michaëlsson y sus colaboradores han publicado un estudio de similares características pero sólo en mujeres (3) , lo que complementa los resultados del grupo americano.

Ellos han seguido la evolución durante 19 años de 61.443 mujeres suecas nacidas entre los años 1914 y 1948. De estas, un 17% fallecieron durante el estudio (11.944 mujeres) y, de esas muertes, el 32% fueron de causa cardiovascular, el 16% por enfermedad cardiaca y el 8% por accidente cerebrovascular (derrame cerebral). En total, el 56% de las muertes acontecidas en esos 19 años se debieron a accidentes relacionados con el sistema circulatorio.

En este estudio, estas muertes parecen también asociadas al exceso total de calcio de manera que aquellas mujeres que consumen más de 1400 mg al día, por dieta y/o suplementos, tienen un 1,40% más probabilidad de morir, por la causa que sea, comparadas con aquellas mujeres que consumen entre 600-1000 mg de calcio al día. Si hablamos de probabilidad de muerte por enfermedad cardiovascular en general, la probabilidad es del 1.49% mayor y si es por enfermedad isquémica del corazón, esta aumenta al 2,14%. No parece aumentar sin embargo el riesgo de infarto.

Sin embargo, estos investigadores encontraron mayor probabilidad de muerte aumenta también en aquellas mujeres cuyo consumo estaba por debajo de los 600 mg/día, el cual es supone la mitad de las necesidades diarias a esas edades.

Los investigadores sugieren que, a raíz de los resultados, sólo debería medicarse a aquellas personas con poca densidad ósea (las que están en riesgo de fractura), si su consumo de calcio es menor que las recomendaciones diarias y no a aquellas que ya toman cantidades satisfactorias para el buen funcionamiento de su fisiología.

Conclusiones

Sabemos que el nivel calcio en sangre es un parámetro que está sometido a un estricto control por nuestro metabolismo debido a su vital importancia en el buen funcionamiento del sistema muscular, dentro del que se incluye el corazón, y nervioso. También interviene en la coagulación de la sangre.

Las dietas bajas en calcio como el exceso de este por suplementación hace que ese equilibrio se rompa llegando a niveles donde nuestro metabolismo no sea capaz de controlarlo y esto tiene que tener consecuencias a corto, medio o largo plazo que posiblemente no se hayan contemplado hasta la fecha.

Los recientes descubrimientos que relacionan el consumo de calcio, ya sea en dieta o en suplemento, con el mayor riesgo de padecer un accidente cardiovascular, ponen de manifiesto la necesidad de realizar más estudios al respecto así como replantearse su uso en la práctica clínica habitual, sobre todo en el caso de las personas de avanzada edad donde el riesgo de este tipo de enfermedades es aún mayor por otros motivos.

Referencias:

1.- MedLine Plus en español. “Suplementos de calcio”. Disponible en: (http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007477.htm).

2.- Xiao et al. Dietary and supplemental calcium intake and cardiovascular disease mortality. The National Institutes of Health-AARP Diet and Health Study. JAMA Intern Med, 4 Feb 2013. (http://archinte.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=1568523).

3.- Michaëlsson et al. Long term calcium intake and rates of all cause and cardiovascular mortality: community based prospective longitudinal cohort study. BMJ, 13 Feb 2013. (http://www.bmj.com/content/346/bmj.f228.pdf%2Bhtml).

Noticia elaborada por Dña. Noemí López-Ejeda (Asociada SEDCA) @LopezEjedaN

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