Son abundantes las publicaciones que relacionan la dieta y estilo de vida con la fertilidad masculina. Un reciente estudio ha descubierto que dietas ricas en beta-carotenos, licopeno y luteína, se relacionan con mejor calidad del esperma. Otros trabajos han encontrado una relación negativa con el consumo de tabaco, alcohol y café.
Calidad del esperma y éxito reproductor
Para valorar la calidad del esperma se realiza una prueba denominada espermograma, para cuya preparación es necesario que el varón no tenga ningún eyaculado los 3 días previos al examen. Los parámetros que se evalúan y sus valores de normalidad se describen a continuación, según información sacada de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. y sus Institutos Nacionales de Medicina (1).
- Volumen de semen: lo normal es eyacular entre 1.5 y 5.0 mililitros por vez.
- Recuento total de espermatozoides: un conteo normal de espermatozoides debería estar entre 20 y 150 millones por mililitro.
- Motilidad: determinada por la dirección y la rapidez con que un espermatozoide puede desplazarse hacia el óvulo.
- Morfología: tamaño y forma de los espermatozoides. Según declaran los expertos, para que los espermatozoides tengan una mejor oportunidad de éxito al concebir deben tener la cabeza ovalada y la cola larga.
Para considerar que un varón tiene un eyaculado normal, con capacidad de concebir, al menos el 60% de sus espermatozoides deben tener una morfología y motilidad adecuadas.
Buscando la relación entre dieta y calidad del esperma
Tal y como relatábamos en una noticia de Marzo de este mismo año (“Las parejas obesas tienen aumentado el riesgo de infertilidad”) algunas investigaciones previas han demostrado que dietas de mala calidad están relacionadas con una reducción de la fertilidad. En concreto, un estudio Danés de este mismo año publicado en la prestigiosa revista American Journal of Clinical Nutrition (2), relacionan las dietas ricas en grasas saturadas con una baja calidad del semen. En concreto, este estudio concluye que de los 701 daneses estudiados, los varones qué más grasas saturadas consumían tenían 41% menos espermatozoides que el resto.
Otro trabajo similar de la Escuela de Salud Pública de Harvard concluyó que el consumo de grasas saturadas estaba también relacionado con un menor conteo de espermatozoides y, por el contrario, el consumo de ácidos grasos de tipo omega-3 se asoció con una mejor morfología de los mismos (3).
Recientemente, un equipo internacional de investigadores, entre los que se incluyen un grupo español, ha dedicado sus esfuerzos para buscar una posible relación contraria, es decir, entre buena alimentación y mejora de la fertilidad a través de una mejor calidad del esperma, se han unido investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard (Boston, EE.UU.) y de Universidades de Ontario (Canadá), Copenhague (Dinamarca), Nueva York (EE.UU.) y Murcia (España) (4). El estudio ha sido financiado por fondos procedentes de los Institutos Nacionales de Salud y por la Unión Europea.
Desarrollo del estudio
La muestra final del estudio estuvo constituida por 389 varones estudiantes de la universidad de Nueva York. A todos ellos se les pasó un cuestionario de frecuencia de alimentos con 131 ítems al inicio del estudio. En este primer paso, la muestra inicial se redujo bastante pues sólo contestaron el cuestionario un total de 189 varones, con una edad promedio de 19 años.
A partir de este cuestionario de frecuencia de alimentos y suplementos, los investigadores calcularon la cantidad de los siguientes micronutrientes en la dieta: vitamina A, vitamina C, vitamina E, carotenoides (alfa-caroteno, beta-caroteno, beta-criptoxantina, luteína y licopeno).
Además del cuestionario, cada participante proporcionó una muestra de semen sobre la que se analizaron los parámetros arriba mencionados: volumen de semen, recuento (nº) espermático, motilidad y morfología de los espermatozoides.
A la hora de hacer los análisis estadísticos, los investigadores tuvieron en cuenta posibles factores de confusión tales como la edad, índice de masa corporal (IMC), el nivel de actividad física, el consumo de cafeína, el consumo de alcohol y tabaquismo actual.
Resultados de la investigación
Los hombres que consumían una mayor cantidad de tres antioxidantes concretos tenían espermatozoides con mejor movilidad y morfología. Los tres antioxidantes en cuestión eran:
- Beta–caroteno: se encuentra en las zanahorias, la lechuga y las espinacas.
- Luteína: se encuentra en la lechuga y las espinacas.
- Licopeno: presente en el tomate.
Cuantificando esa mejora, los hombres que consumieron los niveles más altos de beta-caroteno y luteína tenían aumentada la motilidad espermática en un 6,5% y los que tuvieron mayores niveles de licopeno mejoraron en un 1.7 % la morfología de los espermatozoides.
Es interesante que, según reportan los autores, esta asociación fue mejor si los antioxidantes provenían de los alimentos más que si provenían de suplementos. En concreto, tres alimentos representaron el 59% de la ingesta de beta-caroteno (zanahorias, lechuga y espinacas) y dos alimentos el 56% de la luteína (lechuga y espinaca). El 98% del licopeno se obtuvo de cinco alimentos todos ellos relacionados con base de tomate (sopa, zumo, salsa, kétchup y tomates frescos).
En cuanto a la vitamina C, los resultados fueron muy curiosos pues aquellos varones que tenían las ingestas más altas de esta vitamina tuvieron menor volumen de esperma, sin embargo, su recuento espermático era mayor (tenían más número de espermatozoides por mililitro de esperma) y éstos tenían una mejor motilidad. La morfología, sin embargo, no mostró relación con la vitamina C. Igualmente no se encontró relación entre mayor consumo de vitaminas A y E, y ninguno de los parámetros espermáticos estudiado.
Limitaciones a tener en cuenta:
Cabe reseñar que no se trata de un ensayo experimental de tipo caso-control (un grupo al que se le varía la alimentación frente a otro grupo que sigue comiendo normal), ni de tipo longitudinal (seguir durante un largo periodo de tiempo la evolución de la calidad espermática de varones a los que se les ha cambiado la alimentación). El presente estudio era de diseño observacional transversal, es decir, que se analiza la alimentación y la calidad del esperma de un grupo concreto de varones sanos en un momento concreto de sus vidas. Por ello, no se puede afirmar que exista una relación causa-efecto entre altos niveles de antioxidantes y la calidad espermática.
Aun así, destacan los autores que es altamente improbable que comer fruta y verdura dañe el esperma mientras que cada vez son mayores los indicios de que si lo mejora, por ello, es conveniente que aquellos varones que quieran ser padres mejoren su alimentación, a parte de los otros muchos beneficios para la salud que aporta una dieta equilibrada y variada.
Además reseñan que ellos sólo han investigado la influencia de una pequeña gama de antioxidantes y vitaminas por lo que podría existir otro tipo de antioxidante dietario que fuera más eficaz.
Otras maneras de mejorar la calidad espermática
Otros aspectos de la dieta y del estilo de vida pueden afectar a la calidad del esperma. Son numerosos los estudios que han demostrado en distintas poblaciones que el tabaco y el consumo excesivo de alcohol pueden afectar negativamente la capacidad reproductora del hombre. Entre ellos destacamos uno publicado en 2003 con una muestra de más de 9000 varones suizos (8039 no fumadores y 1266 fumadores) que demostró esta asociación negativa entre fumar y calidad del semen (5).
Por el contrario existen investigaciones que parecen indicar que el café, activador del sistema nervioso, también tiene un efecto similar sobre la motilidad de los espermatozoides aunque también se ha asociado con aumento de la malformación de los mismos (anormalidades de la cabeza y el cuello del espermatozoide) (6).
Otros de los aspectos que recurrentemente se asocian con una disminución de la fertilidad masculina son el uso de ropa interior ajustada que aumenta la presión y la temperatura de los testículos e, incluso, el uso prolongado del teléfono móvil (6).
Referencias:
1) Análisis de semen. Medline Plus.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003627.htm
2) Jensen et al. High dietary intake of saturated fat is associated with reduced semen quality among 701 young Danish men from the general population. Am J Clin Nut, 2013; 97: 411-8.
3) Attaman et al. Dietary fat and semen quality among men attending a fertility clinic. Hum Reprod, Mar 2012.
4) Zareba et al. Semen quality in relation to antioxidant intake in a healthy male population. Fertility and Sterility, Oct 2013.
5) Künzle et al. Semen quality of male smokers and nonsmokers in infertile couples. Fertility and Sterility, 2003; 79 (2): 287-91.
6) Jurewicz et al. Lifestyle and semen quality: role of modifiable risk factors. Sys Biol Reprod Med, Sept 2013.
Noticia elaborada por Noemí López-Ejeda (Asociada SEDCA) @LopezEjedaN en Twitter