Tres estudios realizados en la Universidad de Cambridge en Reino Unido y publicados los últimos meses del año demuestran cómo los nitratos de las verduras verdes actúan a nivel celular para prevenir las principales enfermedades crónicas de nuestra sociedad.
Una realidad que todos conocemos pero que a la que muchos deciden no hacer caso: las verduras son indispensables para mantener un buen estado de salud. Además de tener pocas calorías, son alimentos muy ricos en minerales, vitaminas y antioxidantes que ayudan a que nuestro metabolismo funcione correctamente y prevenga diversas enfermedades.
Para evitar que olvidemos la importancia de comer verdura a diario, tres nuevos estudios ingleses ponen de manifiesto que hay un componente químico en los vegetales de color verde como las espinacas, lechuga, apio, etc. que puede prevenir las principales enfermedades crónicas actuales; ese componente clave es el nitrato.
Las verduras verdes y la producción de eritropoyetina
Uno de los estudios publicados en relación a las verduras de color verde, ha sido realizado en la Universidad de Cambridge y publicado en la prestigiosa revista The FASEB Journal (1). En él los investigadores encontraron que comer más verduras ricas en nitrato puede reducir la producción de una de las hormonas más importantes para nuestro organismo, la eritropoyetina. Ésta se segrega en hígado y riñones fundamentalmente (aunque también en las glándulas salivares) y su función primordial es la de regular el número de glóbulos de la sangre.
Esta hormona es especialmente importante en condiciones de escasez de oxígeno como podría ser en lugares situados a mucha altura sobre el nivel del mar o cuando hay algún problema cardiovascular o pulmonar que impide la correcta captación o distribución del mismo en los órganos del cuerpo. Ante este tipo de situaciones, el cuerpo aumenta la producción de eritropoyetina, de forma que se generan nuevas células sanguíneas que permiten compensar estas deficiencias permitiendo a los órganos del cuerpo funcionar con relativa normalidad. Por el contrario, si se produce una excesiva secreción de la hormona, provocaría que la sangre aumente su densidad debido al elevado contenido celular de tal forma que le impide circular por los vasos sanguíneos más estrechos lo que, igualmente, supondría la falta de aporte de oxígeno necesario en los tejidos.
Según lo descrito, tanto el exceso como el defecto de eritropoyetina resultan perjudiciales para el organismo y es necesario que su cantidad en sangre esté controlada. Según los hallazgos de estos investigadores, comer más vegetales ricos en nitratos ayuda a regular el aporte de oxígeno a las células y tejidos del cuerpo porque ayudan a modular los niveles de hemoglobina de la sangre en vez de su contenido de glóbulos rojos; por tanto se mantiene constante el aporte de oxígeno según la disponibilidad y necesidad y todo ello sin que la sangre aumente su viscosidad. Esto a su vez, reduce el riesgo de coágulos sanguíneos que pueden dar lugar a trombosis y ataques cardiacos.
Otros beneficios circulatorios de los nitratos
Otro de los trabajos dirigido por el mismo investigador que el anterior, Dr. Andrew Murray fue publicado en The Journal of Physiology (2). Este estudio fue realizado con ratas que fueron expuestas a condiciones de altitud elevada con el fin de aumentar su producción de glóbulos rojos.
Los resultados del trabajo encontraron que las ratas alimentadas con una dieta rica en nitratos mantenían su metabolismo y funciones más estables que las ratas alimentadas con una dieta libre de nitratos. Esto se debe a que, además de lo arriba mencionado, el nitrato aumenta la producción de un compuesto que dilata los vasos sanguíneos de forma que mejora el flujo de sangre. Otro descubrimiento de este estudio es que, a nivel celular, el nitrato protege las proteínas de las células cardiacas que son de tipo muscular, lo cual es indispensable para que sigan contrayéndose para mantener el latido y la circulación de la sangre.
Los autores concluyen que, quizá sería beneficioso suministrar suplementos de nitrato a las personas expuestas a condiciones de hipoxia severa.
El nitrato capaz de convertir la grasa mala en buena
El tercer estudio, quizá el más llamativo, también ha sido realizado en la Universidad de Cambridge pero por otro equipo de investigadores dirigidos por el Dr. Lee Roberts y publicado en la revista de la Sociedad Americana de la Diabetes (3).
Descubrieron que los nitratos de las verduras de color verde participan en un proceso metabólico que vulgarmente se denomina oscurecimiento de la grasa, ya que es la transformación de la grasa blanca (la que guarda la energía procedente de los alimentos en sus adipocitos y resulta muy dificil de eliminar de forma que se acumula y produce la obesidad) en grasa beige (un tipo de grasa que se quema con mayor facilidad ante cualquier necesidad energética del organismo). La grasa beige es diferente de la parda que tenemos al nacer y que interviene en procesos de termogénesis o mantenimiento de la temperatura corporal, pero es similar y, al igual que ésta, es mucho más activa a nivel metabólico por lo que se quema con mayor facilidad. Por ello a estas grasa parda y beige se les denomina vulgarmente como «la grasa que quema calorías» o la «grasa quemagrasa» aunque, obviamente, esto sea una contradicción.
Este descubrimiento resulta muy relevante dado que varios estudios previos han relacionado la acumulación de grasa beige con altos niveles de protección frente obesidad y diabetes; según esto, dado que los investigadores han descubierto que los nitratos contribuyen a esta transformación, afirman que estás sustancias protegen contra estas enfermedades metabólicas (aunque no hayan realizado ningún estudio epidemiológico para demostrarlo aún).
Sea como sea, nos es nada nuevo que las verduras son beneficiosas para la salud pero, como decíamos al principio, conviene recordarlo y más si es con hechos científicos como estos que cada día aportan su granito de arena para llegar a conocer el porqué de estos beneficios que se llevan constatando siglos, especialmente en los países de la cuenca mediterránea donde nuestra dieta es tan rica en alimentos de origen vegetal.
Referencias:
1.- Murray et al. Suppression of erythropoiesis by dietary nitrate. The FASEB Journal, Noviembre 2014.
2.- Murray et al. Dietary nitrate increases arginine availability and protects mitochondrial complex I and energetics in the hypoxic rat heart. J Physiol, Octubre 2014.
3.- Roberts et al. Inorganic nitrate promotes the browning of white adipose tissue through the nitrate-nitrite-nitric oxide pathway. Diabetes, Septiembre 2014.
Noticia elaborada por Noemí López Ejeda (Asociada SEDCA) @LopezEjedaN en Twitter